Podría haber sido la mejor historia de amor jamás contada. Podríamos haber sido cualquier cosa, pero no lo fuimos. No fuimos ni nosotros mismos, y me culpo cada día por ello. Rebobino, retrocedo a cada instante, cada momento, cada conversación, como intentando encontrar una solución, y lo único que consigo es cavar una agujero repleto de recuerdos que mantengo vivos y que me matan.
Ahora lo pienso, y desde que te conozco no hay otra cosa en mi mente que tú. Estoy intoxicada de ti, de tu rostro, de tu rastro. Sumergida dentro de una burbuja que no me deja ver más allá. Quiero explotarla, que desaparezcas, como cuando no te conocía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario