Cuando una puerta se cierra, otra se abre. No hay oscuridad, sin luz. No hay invierno, sin verano. Todo lo que separa, une.
Y es que la palabra familia puede englobar demasiada gente, pero es suficiente con tener a los míos. Y los míos son solo tres personitas. La mujer más increíble que el mundo me ha puesto delante para que vea lo que significa darlo todo por la gente a la que quieres. El hombre más cabezota al que nadie es capaz de enseñarle lo que significa rendirse. Y un ejemplazo de persona que con una mirada te enseña qué es tener pasión y lo que significa vivir con actitud.
Y luego ya en familia se puede añadir al tio sordo, la tia que con una copa de vino ya va borracha, la prima modelo y la prima livin' la vida, el abuelo cascarrabias, la tia solitaria, el primo ex-rastas y la prima fiestas, el nuevo tio y un largo etc en el que queda fuera el rencor. Porque la familia, al fin y al cabo, siempre será familia. Pero los míos, son los míos sin tener que poner asteriscos.